Historias de Filadelfia

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Historias de Filadelfia
Director:
George Cukor

Título Original: The Philadelphia Story / Año: 1940 / País: Estados Unidos / Productora: Metro-Goldwyn-Mayer / Duración: 112 min. / Formato: BN - 1.37:1
Guión: Donald Ogden Stewart & Waldo Salt (Teatro: Philip Barry) / Fotografía: Joseph Ruttenberg / Música: Franz Waxman
Reparto: Cary Grant, Katharine Hepburn, James Stewart, Ruth Hussey, John Howard, Roland Young, John Halliday, Mary Nash, Virginia Weidler, Henry Daniell, Lionel Pape, Rex Evans
Fecha de estreno: 05/12/1940 (USA)

“Cuando la Metro Goldwyn Mayer compró los derechos de Historias de Filadelfia grabaron una de las funciones con la idea de descubrir dónde se producían las risas. Cuando la película estuvo terminada la comparamos con esa grabación y descubrimos que las risas se producían en otros momentos. En el teatro toda la comedia descansaba sobre la agudeza de Phil Barry, pero en el cine una gran parte era visual, se trataba de gestos, reacciones y cosas así. Por eso me gusta dejar que la comedia suceda en la pantalla”
George Cukor
 
En 1939, Phil Barry escribe especialmente para Katharine Hepburn el texto de Historias de Filadelfia, obra que la actriz representará con gran éxito en Broadway junto a Joseph Cotten (en el papel de C.K. Dexter) y Van Heflin (como Macauley Connor), y que un año más tarde llegará al cine después de que la misma Hepburn cediera los derechos (que previamente le había regalado el magnate Howard Hughes) a Louis B. Mayer, a condición de poder elegir al director y a los actores principales que habrían de acompañarla en la pantalla. Fortalecida por el éxito en Broadway, Hepburn no duda en reunirse de nuevo con Cary Grant (con quien un par de años atrás obtuvo un sonoro fracaso de taquilla con la por otro lado magnífica La fiera de mi niña, de Howard Hawks) para ofrecer, junto a James Stewart y bajo la dirección de George Cukor, uno de los títulos esenciales del screwball.
 
Ciertamente, tal como explica Cukor, y sin obviar en ningún momento la eficacia del texto original, la versión fílmica de Historias de Filadelfia brilla sobre todo por el juego de gestos, reacciones y miradas entre sus tres protagonistas (sin lugar a dudas uno de los mejores castings de la historia de la comedia romántica – fotograma 1): desde el divertidísimo prólogo con la escena de la ruptura entre C.K. Dexter (Cary Grant) y Tracy Lord (Katharine Hepburn) hasta la magnífica secuencia nocturna entre Tracy y Macauley Connor (James Stewart) en la víspera de bodas de la protagonista con el detestable George Kittredge (John Howard), pasando por momentos como la llegada de Dexter a la residencia de los Lord tres días antes de la boda (en el que se aprecia la inmediata complicidad del exmarido con la madre, Margaret - Mary Nash –,  y hermana, Dinah - Virginia Weidler), el encuentro de Macauley con Dexter en el apartamento de este último (adonde el periodista acude completamente borracho para averiguar si Dexter sigue enamorado de Tracy - fotograma 2), o la doble declaración de matrimonio de los dos personajes masculinos a Tracy, después de que ésta haya rechazado a su pretendiente en el último momento (primero Macauley, provocando la reacción angustiada de Dexter y Liz - Ruth Hussey -, la fotógrafa enamorada del periodista; y seguidamente del propio Dexter, una vez que Tracy haya por fin aprendido a mostrar sus sentimientos y debilidades).
 
El primer tercio de la película es claramente el que reúne los mejores momentos de comedia, sobre todo a partir de la llegada de la pareja de periodistas a la residencia de los Lord que provocará un hilarante juego de equívocos y simulaciones (a instancias de Dexter, Macauley y Liz se hacen pasar por amigos del hermano de Tracy para realizar secretamente un reportaje de su boda, pero la protagonista los descubre de inmediato y les sigue el juego a fin de evitar un escándalo relacionado con las correrías sentimentales de su padre, Seth Lord - John Halliday). Citemos en este sentido la secuencia en la que los miembros femeninos de la familia interpretan sucesivamente su papel de ridículos snobs ante los atónitos periodistas (“debe ser retrasada”, concluye Macaulay ante el grotesco comportamiento de la hermana menor), o el episodio en que Tracy hace pasar a su despistado tio Willie - Roland Young -  por el ausente cabeza de familia (y posteriormente, ante la inesperada llegada de Seth, a éste último por el tio Willie, en un obligado e inverosímil intercambio de papeles).
 
A partir de este momento, el film se centra en el conflicto principal de la protagonista: su “intolerancia con la debilidad”, en palabras de Dexter (“como una estatua de bronce”, según sentencia su propio padre), que en realidad no es sino una coraza para protegerse frente a la vulnerabilidad de sus sentimientos. “Creo que se hace el duro para salvar el pellejo. Sé bastante de eso”, le confiesa Tracy a Macauley durante su encuentro en la biblioteca (a la que la protagonista ha acudido para leer la primera y única novela del periodista – fotograma 3), en una declaración mediante la cual Tracy pone de manifiesto la similar actitud de ambos personajes (visualizada en sus respectivas relaciones con Dexter y Liz). Una actitud que se contrapone con la imagen de la maqueta del velero que Dexter regala a su exesposa como regalo de boda (el “amor verdadero”, en el que la pareja celebró su luna de miel, una embarcación “fácil de manejar, rápida al timón, veloz y ligera”), símbolo de todo aquello que Tracy fue en el pasado y que finalmente se comprometerá a reencarnar, tal como le confiesa a su padre justo antes de celebrar su segundo matrimonio con Dexter: “¿Cómo me veo?”, “Como una diosa”, “¿Pues sabes cómo me siento? Como un ser humano”.
 
David Vericat
© cinema esencial (febrero 2015)

VÍDEOS: 
Trailer (V.O.I.)

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