cine negro

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El buscavidas

No hay en la historia del cinematógrafo ninguna otra película con gestos como los de El buscavidas. El de Eddie Felson (Paul Newman) acariciando el tapete de una mesa de billar (fotograma 1) a su llegada al local en el que reina Minnesota Fats (Jackie Gleason) para retarle en duelo (“Viene a esta sala de billar cada noche a las ocho en punto. Quédate aquí, él te encontrará”). El del cliente que, cuando va a salir del local (el reloj justo a las ocho en punto), abre las puertas de par en par para ceder el paso a Minnesota Fats.

Director:
Robert Rossen

El desvío

20.000 dólares costó esta obra maestra, una película de culto que consigue que todas sus dificultades y limitaciones se conviertan en virtud. Englobada en la Serie B por su escaso presupuesto, Detour no oculta su humildad de medios con escenarios pequeños, múltiples escenas en coches, uso de transparencias y actores poco conocidos, pero tampoco una potencia visual y determinación en lo que cuenta que la acaban convirtiendo en una obra clave del género. Edgar G.

Director:
Edgar G. Ulmer

La ley del Hampa

Resulta curioso que un director como Budd Boetticher, cuya época de madurez se centró casi exclusivamente en el western (catorce de los dieciocho títulos que rodó desde 1952 hasta el final de su carrera), género con el que consiguió sus grandes obras maestras, clausurara prácticamente su filmografía (si obviamos su obra póstuma y prácticamente inédita, el western Un tiempo para morir, rodada en 1969 y no estrenada hasta 1982) con una película como La ley del hampa, sin lugar a dudas una de las últimas grandes entregas del cine de gángsters, junto a la inmediatamente poster

Director:
Budd Boetticher

Scarface, el terror del hampa

Si algo sorprende del planteamiento de Scarface, es la ausencia del más mínimo tono moralista de la película o su renuncia, cuando menos, a intentar ofrecer cualquier explicación al comportamiento criminal de su protagonista. Si en su predecesora El enemigo público (William A. Wellman, 1931), primer gran acercamiento al género de gàngsters del sonoro, se nos mostraba el entorno social y familiar en el que crecía el personaje principal de la película como un factor decisivo en su posterior carrera delictiva, nada de eso encontramos en Scarface, más allá de mostrar a su protagonista, Tony Camonte (Paul Muni), como un personaje de mentalidad infantil que parece incapaz de comprender la diferencia entre el bien y el mal.

Director:
Howard Hawks