thriller

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Mulholland Drive

Hacer una película es algo subconsciente. Las palabras se cruzan en el camino. El pensamiento racional se cruza en el camino. Y puede hacerte parar en seco. Pero cuando, de otra parte, surge como una especie de corriente pura, el cine tiene una manera grandiosa de dar forma al subconsciente. Es un lenguaje estupendo para eso
David Lynch
 

Director:
David Lynch

Al anochecer

En el plano inicial de Al anochecer (tras una panorámica exterior sobre el brumoso cielo de París hasta una de las ventanas de un sórdido edificio de apartamentos) vemos el perfil del rostro de Charles Masson (Michel Bouquet) recortado sobre un fondo negro (fotograma 1) hasta que, súbitamente, el espacio se ilumina y descubrimos, al fondo de la estancia, la silueta del cuerpo desnudo de una mujer que invita al protagonista: “Charles, ven a jugar” (fotograma 2); elocuente imagen de la existencia de un espacio de lo prohibido oculto siempre

Director:
Claude Chabrol

El muelle (La Jetée)

Ven y mira

 

Situándose en un París post-apocalíptico arrasado por la III GM (fotograma 1), Chris Marker plantea, bajo apariencias distópicas, algunos de sus temas recurrentes: la imagen y la memoria, imbricados ambos, en una conexión que nos obliga a superar esas apariencias y a cuestionar el cine y su semántica como algo más que una mera herramienta de contenido narrativo.

 

Director:
Chris Marker

Cul de sac

Por encima de todo lo demás, el cine es atmósfera. Es la personalidad de una película. Lo es todo. Es el sonido, principalmente. Si muestras un paisaje, por ejemplo, habrá muy poca atmósfera en él. Pero si muestras un paisaje y se oye el zumbido de una mosca, la atmósfera crecerá inmediatamente

Roman Polanski

 

Director:
Roman Polanski

El fotógrafo del pánico

¿Por qué Mark Lewis mata mediante la intercesión de una cámara y no con sus propias manos o con un artilugio convencional? La presencia de la cámara es el medio que corresponde al móvil del homicidio: la accesión al pánico de la víctima en el tránsito a su muerte. Una pata del trípode en que se sustenta la cámara se convierte, al sacar su protección, en un estilete punzante que penetra en la garganta de la víctima, mientras que el acto es simultáneamente filmado por Mark (Karlheinz Böhm, en un registro parecido al primer y esquivo Dirk Bogarde de los films de Basil Dearden y Ralph Thomas).

Director:
Michael Powell

Nuestro hombre en La Habana

Tercera y última colaboración de Carol Reed con Graham Greene (tras El ídolo caído y El tercer hombre), autor también del guion de la película a partir de la novela homónima del escritor, Nuestro hombre en la Habana es un irónico retrato del mundo del espionaje (a partir de la experiencia del propio Green en el servicio de inteligencia británico durante la Segunda Guerra Mundial) que pone al descubierto el entramado de intereses y falsas apariencias que rige en muchos casos la actuación de sus dirigentes, auténticos burócratas interesados únicamente en preservar su privilegiada posición.

Director:
Carol Reed

El coleccionista

Siendo todavía ferviente seguidor de la hoy en día denostada política de los autores, y considerando, aun un rango por debajo de los que para mí son los grandes creadores del cinematógrafo, a Wyler como uno de sus exponentes, confieso que no sé si sería capaz de reconocer al director de La heredera o La loba (por citar algunos de los títulos más característicos de su estilo, que no los mejores desde mi punto de vista) si me enfrentara por primera vez a algunas secuencias de El coleccionista (siguiendo una de las máximas de la teoría de los críticos de

Director:
William Wyler

Vértigo (De entre los muertos)

Saul Bass utiliza la cámara como un oftalmólogo. Un instrumento destinado al ojo como objeto clínico e impersonal. Sin embargo el ojo reacciona, no es inane: enrojece, parpadea, y, de su interior, emana la posibilidad de Vértigo, que prosigue Hitchcock con los ojos ya pegados al rostro de Scottie Ferguson (James Stewart), como dos mandalas azules que se constituirán en el puente a su extraversión e introversión. Los azules ojos que dirigen a Scottie Ferguson finalmente dictaminan lo inadecuado de su profesión. Scottie se engaña a sí mismo.

Director:
Alfred Hitchcock