Una película no se ha acabado hasta que no ha sido proyectada ante el público. Hasta esa confrontación es simplemente una lata llena de película, a veces sublime. Proyectar ante el público no es una ‘verificación’, como algunos quieren creer, sino un ‘descubrimiento’. La película sólo empieza a existir en su relación con el público, y en ese momento yo puedo empezar a entender lo que significa
Bernardo Betolucci (16/03/1941 - 26/11/2018)