Un ladrón en la alcoba
Un ladrón en la alcoba se abre con el plano de un gondolero recogiendo la basura de los canales de Venecia, un arranque que explicita de manera inequívoca el terreno de juego de la película que prácticamente inauguró el fructífero género de la screwball comedy: bajo la apariencia de una comedia romántica, Lubitsch nos va a ofrecer uno de los más despiadados retratos de las clases altas de principios de los 30, justamente los años que siguieron al cataclismo económico acontecido a raíz del crack bursátil del 29.