slapstick

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Tiempos modernos

La imagen es imborrable: al hombrecillo recién recuperado de una crisis nerviosa le recomiendan tranquilidad y una vida en calma. Va por la calle con su sombrero hongo, su chaqueta estrecha y sus grandes zapatos, y a su lado un camión deja caer una bandera (roja, supongo) que advertía sobre su carga larga. El hombrecillo la recoge y apura el paso gritándole al conductor del camión mientras agita la bandera, sin notar que a su espalda se aproxima una manifestación callejera que, rauda, lo acoge como a uno más de sus miembros (fotograma 1).

Director:
Charles Chaplin

Ojo por ojo

Iba siendo hora ya de incluir en esta página una película de Stan Laurel y Oliver Hardy, o El Gordo y el Flaco, como siempre los hemos conocido por estos lares. Y escribo “de Stan Laurel y Oliver Hardy” porque en pocos casos como en el de la pareja cómica las películas son tan o más de sus protagonistas como de sus directores (aquí James W. Horne, con la supervisión de Leo McCarey).

Director:
James W. Horne

El moderno Sherlock Holmes

Que el de la comedia es un género muy serio es un hecho palpable desde los inicios del cinematógrafo, cuando los hermanos Lumière deciden pasar de sus primeras cintas documentales (tras la fundacional La salida de los obreros de la fábrica, 1985) al cine de ficción precisamente con un título de género cómico (El regador regado, 1895), si no la primera, sí la más popular entre las primeras películas de ficción de la historia del cine.
 

Director:
Buster Keaton

La quimera del oro

Cuando un personaje puede aparecer ataviado con su eterno atuendo en cualquier circunstancia y lugar sin que pongamos en cuestión la veracidad de su presencia es que ese personaje ha trascendido las reglas y convenciones de la ficción para convertirse en una figura icónica.

Director:
Charles Chaplin

La ley de la hospitalidad

Segundo largometraje (aquí en codirección con John G. Blystone) tras Las tres edades (también de 1923), La ley de la hospitalidad es la primera gran obra de Buster Keaton, un film de ritmo trepidante y repleto de ingeniosos gags que combinan una puesta en escena eficacísima con el habitual despliegue físico de su protagonista en muchas de sus secuencias (especialmente  en la parte final de la película).
 

Director:
Buster Keaton