A sangre fría
“La horca no es más que una venganza. ¿Qué tiene de malo la venganza? Yo me llevo vengando toda la vida. Pues claro que estoy a favor… ¡Siempre y cuando no me cuelguen a mí!”
“La horca no es más que una venganza. ¿Qué tiene de malo la venganza? Yo me llevo vengando toda la vida. Pues claro que estoy a favor… ¡Siempre y cuando no me cuelguen a mí!”
Contraté un asesino a sueldo se abre con las imágenes del amanecer en una Londres en aparente demolición, ciudad en permanente penumbra que va a servir de escenario para esta historia de soledad e incomunicación tan característica en el cine del Kaurismaki.
Cuando Marge Duval (Marie Laforêt) recibe la supuesta carta del finado Philippe Greenleaf (Maurice Ronet) anunciándole su ruptura, antes que desconsolada, la joven se muestra contrariada por el tono frío y distante del texto mecanografiado por su asesino y suplantador Tom Ripley (Alain Delon): “es anodino, insípido, es peor que si estuviera muerto”, comenta extrañada la joven sin saber que, en realidad, está describiendo a la perfección el carácter del protagonista de esta extraordinaria adaptación de la no menos sobresaliente novela de Patricia Highsmith.
De entre los “directores de una sola película”, el caso de Leonard Kastle es sin duda uno de los más singulares de la historia del cinematógrafo. Compositor, libretista y director de ópera, este músico neoyorkino recibió el encargo del productor televisivo Warren Steibel de realizar un tratamiento cinematográfico de la historia real de los asesinos de Lonely Hearts, Raymond Martínez y Martha Beck, ejecutados en la silla eléctrica en marzo de 1951 después de varios asesinatos cometidos en 1949.
Teniente corrupto se inicia con el audio de un periodista deportivo comentando la evolución de la final de la liga de béisbol norteamericana. El dato no es baladí, puesto que las series finales van a marcar el tiempo de vida que le queda al protagonista de la película (inmenso, Harvey Keitel), un oficial de policía del que nunca sabremos su nombre y que en los créditos aparece mencionado como LT (abreviación de lieutenant).
Son muchas las películas que abordan la idea del fin de la inocencia, ese instante en el que los sueños de la infancia se desvanecen súbitamente por un acontecimiento (de mayor o menor trascendencia) que supone el punto de inflexión hacia la edad adulta; pero en pocas como en Un mundo perfecto ese momento crucial está tan eficazmente expuesto, no sólo por la potencia dramática del acontecimiento con el que se produce, sino también por la trascendencia de su significado