cine británico

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Drácula

Un año después de acercarse por primera vez al mito de Frankenstein en la espléndida La maldición de Frankenstein (1957, iniciando una saga de hasta cinco títulos en torno a la figura del moderno Prometeo) y aprovechando el gran éxito de esta primera entrega, Terence Fisher aborda la adaptación del otro gran clásico del género, el conde Drácula, para ofrecernos la que es (junto con el Nosferatu de Murnau) la g

El quinteto de la muerte

Quinto y último largometraje de Alexander Mackendrick para los prolíficos estudios Ealing antes de partir a los Estados Unidos, en donde apenas firmaría cuatro largometrajes para dedicarse posteriormente a la docencia (de los cuales cabe destacar muy por encima de los otros dos la memorable Chantaje en Broadway y la que es para mí su indudable obra maestra, Viento en las velas), El quinteto de la muerte supone la culminación en clave de comedia (como lo es Viento en las velas

Cul de sac

Por encima de todo lo demás, el cine es atmósfera. Es la personalidad de una película. Lo es todo. Es el sonido, principalmente. Si muestras un paisaje, por ejemplo, habrá muy poca atmósfera en él. Pero si muestras un paisaje y se oye el zumbido de una mosca, la atmósfera crecerá inmediatamente

Roman Polanski

 

El fotógrafo del pánico

¿Por qué Mark Lewis mata mediante la intercesión de una cámara y no con sus propias manos o con un artilugio convencional? La presencia de la cámara es el medio que corresponde al móvil del homicidio: la accesión al pánico de la víctima en el tránsito a su muerte. Una pata del trípode en que se sustenta la cámara se convierte, al sacar su protección, en un estilete punzante que penetra en la garganta de la víctima, mientras que el acto es simultáneamente filmado por Mark (Karlheinz Böhm, en un registro parecido al primer y esquivo Dirk Bogarde de los films de Basil Dearden y Ralph Thomas).

Nuestro hombre en La Habana

Tercera y última colaboración de Carol Reed con Graham Greene (tras El ídolo caído y El tercer hombre), autor también del guion de la película a partir de la novela homónima del escritor, Nuestro hombre en la Habana es un irónico retrato del mundo del espionaje (a partir de la experiencia del propio Green en el servicio de inteligencia británico durante la Segunda Guerra Mundial) que pone al descubierto el entramado de intereses y falsas apariencias que rige en muchos casos la actuación de sus dirigentes, auténticos burócratas interesados únicamente en preservar su privilegiada posición.

El coleccionista

Siendo todavía ferviente seguidor de la hoy en día denostada política de los autores, y considerando, aun un rango por debajo de los que para mí son los grandes creadores del cinematógrafo, a Wyler como uno de sus exponentes, confieso que no sé si sería capaz de reconocer al director de La heredera o La loba (por citar algunos de los títulos más característicos de su estilo, que no los mejores desde mi punto de vista) si me enfrentara por primera vez a algunas secuencias de El coleccionista (siguiendo una de las máximas de la teoría de los críticos de

Las zapatillas rojas

“Nos habían dicho durante diez años que debíamos ir a morir por la libertad y la democracia; ahora que la guerra había terminado, Las Zapatillas Rojas nos decía que debíamos salir a morir por el arte”
Michael Powell
 

La hija de Ryan

Desde el punto de vista formal, la filmografía de David Lean puede dividirse en dos etapas claramente diferenciadas: la que abarca desde sus inicios hasta mediados de la década de los cincuenta, con producciones de no muy elevado presupuesto, casi siempre desarrolladas en ambientes urbanos, fotografía en blanco y negro y formato de imagen 1:37; y un segundo período que se inicia en 1957 con El puente sobre el rio Kwain y que dará lugar a cinco grandes superproducciones, todas ellas rodadas en los más diversos y exóticos escenarios naturales (desde la inmensidad del desierto de

El tercer hombre

Segunda colaboración de Carol Reed con Graham Green, en este caso con un texto original escrito expresamente para la gran pantalla (no una novela adaptada, como figura erróneamente en muchas reseñas, a diferencia de los otros dos guiones de Green para el director, El ídolo caído y Nuestro hombre en la Habana, que sí adaptaban relatos preexistentes del autor), El tercer hombre es sin lugar a dudas la obra cumbre de un director que encontraría en el texto de Green (un nuevo

Repulsión

Segundo largometraje de Roman Polanski, tras su debut en 1962 con la magnífica El cuchillo en el agua (y después de haber rodado nueve cortometrajes), Repulsión es un film que afianza muchos de los rasgos ya presentes en su ópera prima y que marcarán los mejores trabajos del director (desde mi punto de vista, sus primeros cinco largometrajes, muy superiores a toda su obra posterior y que hacían augurar una filmografía mucho más interesante que la que lamentablemente nos ha ofrecido Polanski en su conjunto): atmósferas opresivas, casi claustrofóbicas; percepciones distorsio

Breve encuentro

En el pequeño café de la estación de Milford, la encargada del local, Myrtle Bagot (Joyce Carey), se deja acosar con mal disimulado deleite por Albert Godby (Stanley Holloway), el jefe de estación. Ajenos a la verborrea del socarrón conquistador, en una mesa situada en un rincón del local, una pareja se observa en silencio, la mirada compungida (fotograma 1). Es jueves, pero no un jueves cualquiera: Laura Jesson (Celia Johnson) y Alec Jarvey (Trevor Howard) se están despidiendo para siempre después de un breve y secreto romance iniciado apenas siete semanas atrás.

Lolita

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar, para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.
Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.”
(Lolita, Vladimir Nabokov)
 

Frankenstein y el monstruo del infierno

Quinta y última de las aproximaciones de Terence Fisher al personaje de Mary Shelley (además de la obra con la que cerraría su carrera cinematográfica, de la que se encontraba ya prácticamente retirado cuando los productores de la Hammer le convencieron para rodar esta nueva entrega), Frankenstein y el monstruo del infierno supone un cierre de la serie tan estimulante como insólito, lo que muy probablemente fue la causa del estrepitoso fracaso de crítica y público que cosechó la película en su estreno.

Feliz Navidad, Mr. Lawrence

Los títulos de crédito de Feliz Navidad Mr. Lawrence (puntuados por la extraordinaria banda sonora de Sakamoto) aparecen sobre una larguísima panorámica de seguimiento del recorrido de oficial John Lawrence acompañando al sargento Hara desde el barracón de prisioneros hasta una explanada en donde se está a punto de realizar un ritual de castigo a un guardia y un prisionero acusados de sodomía (fotograma 1). Es el recorrido a través de la enorme distancia que separa a dos mundos obligados a convivir en el claustrofóbico espacio de un campo de prisioneros japonés en la isla de Java, durante la Segunda Guerra Mundial.